Fragmento de "La caída de los gigantes" de Ken Follett.

"¿Era posible siquiera que el pueblo ruso lograra escapar e la tiranía de los zares? A veces no le parecía más que una fantasía. Sin embargo, otras naciones habían vivido su revolución y habían derrocado a sus opresores. Incluso los ingleses habían matado una vez a su rey.

Petrogrado era como una olla de agua puesta al fuego, pensó Grigori: de ella salían algunos remolinos de vapor y unas cuantas burbujas de violencia, la superficie cabrilleaba a causa del intenso calor, pero el agua parecía titubear y, como decía la sabiduría popular, la olla observada no arrancaba nunca e hervir.

Enviaron a su pelotón al Palacio de Taúrida, la inmensa residencia estival de Catalina II en la ciudad, reconvertida en sede del Parlamento títere de Rusia: la Duma. La mañana fue tranquila: incluso a los muertos de hambre les gustaba dormir hasta tarde los domingos. Sin embargo, el tiempo seguía soleado y al mediodía empezó a llegar gente desde los barrios de la periferia, a pie y en tranvía. Algunos se reunieron en el amplio jardín del palacio. No todos ellos eran trabajadores de las fábricas, comprobó Grigori. Había hombres y mujeres de clase media, estudiantes y unos cuantos empresarios de aspecto próspero. Algunos habían llevado también a sus hijos. ¿ Se estaba formando una manifestación política, o sólo habían salido a pasear por el parque? Grigori supuso que ni ellos mismos lo sabían."


Comentarios

  1. Este libro también lo tengo por leer, aunque me da la impresión de que me va llevar un tiempillo porque Ken Follet, a veces, es un poco "extenso" en sus creaciones, pero me lo tomaré con calma. Un beso. Vicky.

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    1. Si, el libro es extenso, pero interesante y estoy segura que te va a gustar. Yo ya lo leí y me encantó, voy a por la segunda parte, espero que no me defraude. Un beso Vicky

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